Pero muy pocas son las realmente talentosas y apoyadas para cumplir sus sueños.
A la semana muchas lo dejan, Otras al mes...
Cuando de verdad el talento esta en su corazón por más que pasen los años morirían si dejan se bailar.
El sueño de Nadia desde que tenía 3 años era ser la mejor bailarina, todos hablaban que sus primeros pasos habían sido realmente como si bailará.
Pero un incidente alejaría a Nadia de sus sueños y de sus padres, adentrandola en un mundo de depresión. Obligada a regresar al colegio por sus padres, enfrentaría ese pasado que tanto que había logrado callarse por mucho tiempo.
¿Quieres conocer aquel secreto?
¿ logrará sobrevivir a la secundaria?
Adentrate en la historia de Nadia, una historia que no sera la típica historía rosa.
Prólogo:
-¿ Edad de la víctima? — preguntó el oficial mientras inspeccionaba el cuerpo colgado de una viga del techo, aquel delgado cuerpo femenino tenía aproximadamente 8 horas de estar colgando en aquel camerino, usando un leotardo rosa y aun los calentadores de su ultimo ensayo su rostro azulado y resaltaban en aquella piel morena —
-— sigue siendo una niña, apenas unos 18
— mi hija menor incluso es mas grande que ella — respondió oficial, los forenses la descolgaron y miraron el rostro de la niña.
-— dicen que la danza es un mundo competitivo, debió haber sufrido amenazas — respondio la doctora mientras la colocaba en la camilla. — sus compañeras decian que ella no era amenaza ni era alguien que se pudiera decir que tenia enemigos, es bastante lamentable, ¿Qué haras este sabado Sam? Pregunto el oficial mientras inspeccionaba la sabana que colgaba de la viga haciendo que la mujer suspirara.
-— no saldría contigo ni que me pagarán, pobre chica— agrego con tristeza la doctora.— ey, jhon mira… la chica dejo una carta ¿va también para medicina forense? Pregunto el otro oficial y él asintió.
— todo lo que encontremos será necesario para adivinar que llevo a esta niña a colgarse justo antes de la noche de estreno — respondió el oficial mirando aquel pequeño cuerpo ser llevado de la habitación, el pasillo estaba lleno de chicas llorando la perdida de su compañera, incluso a un lado aquella niña que compartía la habitación con la víctima lloraba desconsolada apoyada de un hombre de rostro frío, el oficial miro aquél hombre curioso, ya que su mirada demostraba culpabilidad, el instinto del oficial Jhons se activó al ver la actitud de aquel instructor.
.....
-¿ Quién será la elegida para ser Clara? ‐?— Pregunto una niña a otra mientras miraba el panel de inscripciones para el siguiente musical de Navidad.
- es obvio que el papel se lo darán a la consentida del estudio “ Nadia” obvio que será la que será seleccionada – respondió la otra con envidia. Las muchachas estaban hirviendo de la rabia y de los celos, sabian que jamás serían consideradas para ese papel.
- ¿ no debería darle vergüenza? Todos saben que es la consentida y aún se presenta aquí y baila como si no supiera nada. – respondió otra muchacha del grupo, las cuatro chicas se rieron y miraron el cartel con odio.
- ustedes son unas envidiosas-—. Dijo un muchacho entrando, era el grupo de 10 a 12 años, donde solamente habían 3 niños y uno de ellos era Kurt y era el que aparentemente era “heterosexual” del grupo.
-— siempre la defiendes porque eres su pareja de baile – desde que entraste la has defendido – reprochó la muchacha de ojos verdes del grupo.
- si me tienen envidia, yo les daré el papel. Desde los 3 años estoy bailando para que ustedes con sus pies doblados digan que yo soy la consentida. No voy al colegio, practico más de 12 horas hasta que me sangren los pies. ¿Y ustedes van a decir que no merezco.? Dijo orgullosa Nadia entrando- a sus 10 años cerca de cumplir los 11- era bastante alta y delgada, usando un leotardo de color negro con unas medias blancas y calentadores a juego color negro, las miraba a cada una, - si creen que pueden bailar de la misma forma que yo. Se los agradecería.— Respondió la niña sonriendo mientras iba a la barra para estirarse- Kurt corrió a verla.
Desde que él había entrado en la compañía hacia 1 año atrás eran amigos inseparables, él había entrado por falta de disciplina, su madre lo había inscrito como un castigó, pero al conocer Nadia había aprendido la responsabilidad y disciplina- además, ¿quién no quería estar al lado de la princesa del lugar? La mejor bailarina de todo el lugar.
- Nadia, tienes un rizo .. —dijo él mientras iba y tomaba el mechón negro sobresaliente llevándolo detrás de la oreja.
- gracias, estuve ensayando antes de entrar y me imagino que me despeine- por fin logré dar 7 vueltas seguidas – respondió ella mientras levantaba el pie para colocarlo en la barra, inmediatamente Kurt corrió a ayudarla sosteniendo su pierna para que ella lo elevara mucho mas.
—sabes, en la escuela se burlan por que practicaba ballet… pero hoy en la competencia de deportes, les gane a todos, incluso en subir la soga. Fui el único que tocó la campana – dijo orgulloso, Nadia le sonrió con timidez.
– crees que … dijo titubeando .. – olvídalo. Cuéntame más..¿ entonces ya tienes el respeto que habías perdido? Pregunto sonriendo. Había un aire melancólico en Nadia, mucho mas de su estado de animo que acostumbraba tener, él la miro sorprendido, parecía que habia llorado, prro no quería preguntar ya que sabía que ella desviará el tema como acostumbraba, siguió ayudándola a estirar como de costumbre hacían.
- buenos días clase, hoy sabrán quienes son los bailarines para el cascanueces afuera esta en el tablero, lo acabo de actualizar – decía una voz masculina abriendo la puerta toda la atención se posaron en un hombre de unos 30 años aproximados.
Él Bastante atractivo, el famoso bailarín de Broadway que decidió dejar las tablas para enseñar a los futuros bailarines – Nadia, ¿No me vas a saludar? Preguntó mientras iba hacia ella y le señalaba su mejilla para un beso. Nadia le dio un beso en su mejilla y le sonrió- buenos días señor Mark. – respondió sonriendo algo nerviosa, el hombre se fue aplaudiendo para llamar la atención de todos.
- ¿No te interesa saber que papel tuviste Nadia? Le pregunto kurt en susurró
- no me importa la verdad,—respondió ella mientras se incorporaba para ayudar a Kurt a estirarse.
- ella sabe que solo hay una Clara , y ese papel es de ella- tu mi pequeño cascanueces, tienes que dar la talla para la hermosa compañera que tienes respondió el señor Mark mientras le daba palmadas en la cabeza a una muchacha felicitándola, él hablaba con Kurt, aquel susurro no había sido tan secreto, haciendo que Nadia arrugara la nariz en un gesto que kurt no supo por que ella lo había hecho.
(…)
Las semanas pasaron y los ensayos continuaban para lograr la perfección de la pieza, kurt fue a la casa de Nadia para seguir ensayando ya que ella tenía una habitación para hacerlo, y él era la única persona que no odiaba o sentía celos de la niña, después de clases fue a su casa rápidamente, ella vivía en un edificio del centro, había rogado a su madre que lo llevara porque sabia que Nadia odiaba los retrasos, al llegar vio que abajo estaba Nadia, sin tener que llamarla ella simplemente jugueteaba con sus dedos en la casilla de portería, usando un vestido rosado que resaltaba el color de su cabello color castaño oscuro, pocas veces ella lo usaba así, ya que siempre lo tenia recogido, pero ese día lo llevaba suelto con una cinta rosada como un lazo.
- Siempre te he dicho que luces distinta a la ropa que usas en clases. Dijo kurt sonriendo.
– ¿ esta hermosa señorita es Nadia? Casi no la reconocí sin su peinado perfecto.¿ Como estas pequeña? Saludo la mamá de kurt a la pequeña.
- Buenos tardes- Estoy bien, gracias.- respondio ella sonriendo
- – tu también te ves distinto, prefiero verte en mallas – agregó ella bromeando a kurt haciendo sonrojar. Él tenía un jean y un suéter color verde oliva y su cabello color castaña sobre el rostro .
- ¿ van a necesitar que me quede?— pregunto la señora mientras abrazaba a Kurt.
- Mamá.. -se quejó el muchacho apartándose.
- No, tranquila, mi madre sabe que usted esta entendí ocupada para hacer los trajes, acepté mi ayuda por favor. Mi mamá me dio permiso de invitarlo, y a mi me gusta pegar lentejuelas así que conmigo ese traje quedará hermoso. Respondio ella sonriendo.
- Gracias, eres un sol pequeña. Lo vengo a buscar a las 5. Dijo ella apretando las mejillas de la niña.
- ¿ Puede quedarse a dormir? Pregunto Nadia mientras lo abrazaba Como si fuera una mascota
la señora se quedó mirándolo preocupada. – él dormirá en el cuarto de mi hermano, no se preocupe. – respondio antes que ella hablara sonriendo. La madre de Kurt se quedó mirándo a los muchachos pensativa, su preocupación era los modales de su hijo, no quería quedar mal con la familia de la niña, pero ella sabia que la niña no tenia amigos y se sintió mal al negarle esta oportunidad de socializar con alguien de su edad.
- esta bien. Pero no hagas desastres— amenazó mientras le daba un beso a Kurt en la frente.
La señora se fue dejando solos a los niños, ellos se despidieron de la señora agitando la mano y Kurt miro a Nadia, aquella niña sonriendo mientras agitaba la mano como si nada pasara - Siempre estaré sorprendida en el edificio donde vives. Es enorme. Dijo mirando hacia arriba.
– ni tanto. Ven, subamos- dijo ella mientras le ayudaba con el bolso para ir al ascensor.
- ¿Tu, estás bien? Tienes días que estás más callada. ¿Es por las otras niñas? Preguntó preocupado.
- Yo.. no me siento cómoda, es solo eso.. tal vez sea la pubertad. Respondió nerviosa.
- – sabes que soy tu mejor amigo. Puedes contarme lo que sea. Dijo él – ella asintió y lo miro incómoda
– si supiera lo que me pasaba estaría molesto, me detestaria … Cómo yo lo hacía – penso ella mientras hundia sus uñas en su brazo nerviosa, tenía que ser perfecta, ser natural.
Si no era perfecta, entonces …¿Qué era? Pensaba temerosa Nadia mientras miraba a su compañía.
Al entrar a la casa Nadia dejo las llaves en la mesa, el largo living-room blanco perfectamente limpio, con varios retratos en la pared, el mobiliario era completamente blanco, perfecto, parecía igual a los que salian en las novelas
-¿quieres postre? Hice una torta – dijo sonriendo mientras se dirigía a la cocina, el muchacho iba detrás de ella mirándola como se dirigia hacia un cajón a buscar un cuchillo.
- ¿ Puedes comer torta? ¿No estabas en dieta? Pregunto curioso, sabía realmente como la madre de la niña la obligaba a comer sano, si quería ser la numero 1 era necesario que tuviera una buena alimentación
- Claro. No voy a dejar de comer dulces.- agregó sonriendo mientras le picaba un pedazo de torta y se la servío.
- ¿Y tu madre? ¿Y tu hermano? Pregunto mirando todo a su alrededor curioso.
- Mi hermano está en casa de sus amigos y mi mamá fue a un viaje de negocio.- respondió sonriendo.
- ¿Estamos.. solos? Pregunto nervioso.
- Si,¿ te da miedo?- el muchacho bajo la mirada y ella empezó a reírse cubriéndose la boca con delicadeza — Yo tengo un régimen de trabajo: Comemos y luego empezamos a coser. Dijo mientras volvía a comer un trozo de torta.
- No, bueno si. La verdad no me he quedado solo así contigo jamás. -respondio nervioso.
- Eres bastante pre-de-cible – dijo ella riéndose, en verdad aquel muchacho que tenía frente le parecía la persona mas agradable que conocía, se sentía bien estar con él sola, aparte de su hermano, él era especial.
Lo Miraba satisfecha mientras él comía
—¿tú creés que en verdad merezco el papel de clara? Le preguntó nerviosa — él levantó la mirada sorprendido. – tu eres la mejor bailarina del estudio,… ¿ no estás bailando desde los 5 años?— ¿ella dudada de si misma? Pensó sorprendido.
- Bailo desde los 3, mi primera competencia fue a los 3. Yo soy lo que dicen.. “ prodigio"- dijo haciendo las comillas con los dedos — a los 15 me iré a New York o a Moscú a bailar entre los mejores – dijo haciendo un giro sobre su pie, él sonrió – pero.. siento que no… yo.. — titubeo mientras bajaba la mirada.
- ¿ Quieres ir al colegio? Dile a tu madre ella entenderá. No es divertido pasar el día en la casa estudiando y bailando. A mi me encanta ir a clases. Yo.. Yo soy feliz en ballet y en clases. Aunque creo que empezaré a jugar fútbol americano y … si me gusta me quedo allí… somos libres de decidir.. ¿o no?.
Ella levantó la mirada del plato ¿ Y los demás profesores, son como el señor Mark? Pregunto curiosa.
- ¿Como él? No lo creo. Son menos “ favoritistas” si es lo que preguntas. Respondió algo confundido
- yo.. – lo miro avergonzada ¿piensas tu igual que soy la favorita del profesor? – no podía decir eso, tenía miedo… miedo de perder a su único amigo.
- ¿ vamos a trabajar? Le pregunto rápidamente y el muchacho asintió enérgicamente.
(…)
Kurt solo hablaba de fútbol americano y como seria su vida en la secundaria, él se iría del ballet, quedaría sola en ese lugar, Nadia lo miro mientras cosía torpemente los botones del traje.. quería decirlo, quería pedir ayuda.
Pero no tenía idea .. ni mucho menos tendría idea de lo que ocurriría.
No podía dejar de sentir miedo y sentirse inservible, tal como aquél botón roto de la camisa.
3 días después del estreno.
- Si mamá, tenemos que ir a un ensayo en un nuevo lugar, yo te llamaré cuando salga – dijo por el teléfono.
- Recuerda que al llegar a la casa cierras la puerta con seguro porque tu hermano no dormirá en casa, que amable el señor Mark en llevarte a casa – respondió ella animada por el otro lado de la línea.
- Si. Que alegría.- contesto nerviosa. – te voy a ccolgar—
Nadia Miro el lugar, todo su alrededor era el famoso auditorio de la secundaria Publica, Kurt en menos de unos años entraría a estudiar aquí, aunque su hermano estudiaba en el mejor colegio católico del país según las encuesta, no tenía la misma emoción que estudiar aquí, todos usando ropa normal, alegres corriendo por los pasillos, se sentía cómoda, había sentido aquel sentimiento de familiaridad que muy poco sentía
Al llegar al ensayo los vio a todos, aunque faltaban algunos por llegar, como siempre ignorada – todos reunidos a su alrededor ignorándola, le dolía estar asi por lo que decidió disimular aquel desagrado dejando sus cosas en camerino y dirigiéndose a calentar.
- ¿Viste lo genial que es este lugar? Aquí estudiaré en dos años. Y hay un equipo muy bueno de futbol y además hay una piscina .. decía emocionado kurt mientras sostenía las puntas de Nadia.
- Kurt… ¿puedo ir de regreso contigo y tu mamá? Le pregunto nerviosa- estaba mucho mas incomoda que de costumbre por lo que Kurt se sorprendió bastante.
- Si no veo porque no. Incluso puedes quedarte en mi casa, sabes que mi mamá te adora. – respondió sonriendo-
- Ya hablé con tu madre y seré yo quién te llevé a tu casa mi querida Clara, así que puedes aprovechar el viaje y pedirme consejos de como hacer la Clara mucho más auténtica. Dijo el señor Mark sonriendo mientras sostenía los hombros de la muchacha. Ella miró hacia arriba y sonrió incomoda. Apartándose de ella se coloco en el centro del grupo.
– vamos todos en posición- el día de hoy nos presentaremos en este… “colegio" como parte del aniversario del lugar, así que todos tienen que actuar perfecto. Muchos de ustedes pueden entrar por una beca a este lugar si tienen éxito pueden hacer su carrera aquí . ¿algo positivo no? – dijo hundiéndose entre hombros - Así que a maquillarse – ordenó mientras daba palmadas al aire.
- Es mi oportunidad, con una beca mi mamá se ahorra lo suficiente para la educación de mi hermano. Vamos a hacerlo increíble — dijo él mientras le colocaba la mano para chocarla.
Nadia Al alistarse con el vestido de Clara sentía como me transformaba en otra persona, vivir en el país de azúcar y luchar contra un ejercito de ratones.
¿ Por qué no podía luchar? ¿ Por qué me daba tanto temor? En las tablas olvidaba quién era, olvidaba que el asco que se sentía, olvidaba las veces que vomitaba la comida oculta en el baño, era feliz y libre hasta que el telón se cerraba y volvía a su realidad.
Todo el evento había finalizado, deambulando por los pasillos Nadia miro a kurt., estaba hablando orgulloso con unos profesores, su madre lo abrazaba y todo parecía ser perfecto, cada uno con sus padres… mientras solo trataba de verse sonriendo y mostrando su mejor cara- logro escuchar lo emocionados que estaban ya que al parecer les parecía increíble como tan joven era disciplinado además gustaba el baile y el fútbol, mientras ella miraba en un extremo del pasillo sintió una mano frío tomarla de la mano.
- Vamos, te compraré un helado para celebrar, que fuiste la mejor del lugar- Dijo el señor Mark, Nadia levanto la mirada por encima de su hombro ya no tenía el vestido de Clara que la hacia sentir valiente, simplemente tenía un vestido de Nadia, un vestido color rosado y el cabello aún rizado colgando sobre sus hombros en una coleta alta.
- Cuando estaba en Broadway, todos celebraban con licor, pero nosotros podemos ir por un helado de vainilla. ¿Es tu favorito verdad? Preguntó tomándola del mentón- vamos pequeña, - ella miro como parte de los compañeros se iban del lugar, ya en el estacionamiento. . Él abrió la puerta del auto para ayudarla a subir y luego entro él, ya en la los dos en el auto el se acerco para tomar el cinturón pero rápidamente Nadia lo tomo y lo colocó además de su bolso en las piernas.
- Ya eres una chica bastante grande, tienes 12 ¿no? Pregunto sonriendo..
- 10.. en unos meses cumpliré.. 11- no creo que sea grande. – respondió nerviosa.
- Nos conocemos Muy bien desde hace 2 años ¿cierto? Entre a la academia justo después que entro el amigo tuyo ese, el hiperactivo. Y jamás había visto a una niña tan talentosa como tú.. lo digo enserio… nadie es tan madura como tu- Dijo mientras colocaba su mano en su muslo, buscando la parte expuesta de su piel. Nadia sentia el sudor correr por su frente y miro a aquel sujeto sonreir como si nada
– vamos a comer un rico hhelado.- Dijo entusiasmado.
Al encender el auto y manejar, sentía el sudor frío correr por su frente Nadia trataba de ser fuerte, ya pronto llegaría a casa y todo sería normal… normal…,trataba de solo ver el camino, sin mirar a los lados sin respirar muy fuerte para no llamar la atención del hombre o volverlo violento como habían veces que se tornaba.
- - ese niño, ¿es tu novio? He visto como te mira.- insitio irritado Mark
- Yo.. el es mi mejor amigo. No es mi novio. Respondió nerviosa tartamudeando.
- Tu único novio soy yo.- declaro mientras subía su mano por el Delgado muslo.-
- Qui..ero ir al ba..ño -
- Estamos a mitad del camino. Vas cuando compremos el helado.- le reclamó el hombre mirando a la muchacha mientras golpeaba el volante.
- Quiero ir al baño.- volvió a insistir nerviosa. Él se pasó la mano por el cabello, y la miro con sus ojos azules llenos de ira . – esta bien-. Se desvió cerca de un parque Y aparcó- Nadia se bajo rápidamente al baño y se miro al espejo luego de vomitar todo lo que tenía en su estomago, mas que todo era una mezcla de bilis y una galleta -
- No tengas miedo, no tengas miedo. Se repetía una y otra vez tratando de calmarse mientras se enjuaba la boca.
Miro su reflejo , aún tenía restos de purpurina por las mejillas, y los ojos enrojecidos por hacer fuerzas para vomitar- quiero irme .. quiero..- repetía a su reflejo
La puerta se abrio y ella levanto la mirada del lavado, era el señor Mark..
- - me preocupé que estuvieras aquí sola, ¿..estas bien? Pregunto mientras deslizaba su mano por el espejo.
Nadia retrocedió temerosa por sentir tanto miedo en su forma de mirarla- sabia que si retrocedía sería peor para ella.
- Si gritas será peor para ti. - amenazo mientras se acercaba a acariciar su rostro con su mano frías, Nadia siempre lo recordaría con sus manos frías y el olor a su Colonia mentolada cara, sus ojos azules llenos de deseo.
Lo odiaba, lo odiaba desde hacía dos años,
Sufría tanto, en silencio, y por lo visto esta vez seria mas salvaje y doloroso para ella.
- ¿ Te irás así tú sola? Límpiate van a pensar lo peor- Dijo Mark fríamente mientras se arreglaba el pantalón y el cabello, como si nada hubiera pasado mientras Nadia se sostenía de la pared aún seguía temblando, y sus piernas no le respondían, al salirse ella se desplomó en el piso hundiendo su rostro en las rodillas, tratando de no llorar saco de su bolso un par de medias y las saco del bolso no podía ni arrastrarse hacia la salida, suspiró tratando de armarse de fuerza y se levantó caminando despacio hacia la salida.
AL salir del baño, con recibiendo los rayos de la luz del sol se cubría el rostro, cientos de pensamientos cruzaban por su mente, sintiéndose sucia; mucho mas que el piso del baño dónde se sentó... camino hacia los bancos , tratando de no desmayarse ya que se sentía mareada- busco su teléfono y lo miro-
-“ contactos.. yo, yo..” se repetía en su mente – Nadia no podía hacerlo, tenia tanta vergüenza sintiendose que me iba a morir. Levanto el rostro y miro el cielo despejado, era un lindo día- Era la primera vez que sobrepasaba tan fuerte ese límite- ¿ Por que era difícil de dejar de tener miedo y pedir auxilio? Desde el primer momento que la tomo de la cintura, sus miradas y sus caricias incómodas, tenía tanto miedo de hablar.
- ¿ Ey, niña? ¿Estas bien.? Pregunto un muchacho acercandose a Nadia- ella solo escuchaba una voz masculina, tratando de abrir sus ojos, pero no podía.
- – ey.. ey.. – no puedo ir al doctor. No me lleves.- suplicaba nerviosa mientras perdía el conocimiento.
Al despertar, Nadia estaba en una cama pequeña, miro a su alrededor, pinturas de patinetas y afiches de bandas de rock , trato de levantarse nerviosa.
- ¿Despertaste? Llevabas 3 horas dormida, estaba nervioso porque podías quedarte durmiendo aquí y allí no iba a saber que hacer cuando llegaran mis padres. – dijo el chico , trato de limpiarse los ojos, para ver si no soñaba, frente a ella estaba un desconocido un chico vestido de negro y con varias perforaciones en el rostro, aparentemente tenía como unos 14 o 15 .
- ¿ Donde estoy? ¿ Quien eres? Pregunto asustada retrocediendo.
- Soy Thomas Pam, me llaman Topy estas en mi casa, me dijiste que no te llevara al doctor. Así que dime porque estás sangrando e incluso cuando te cargaba empezaste a sangrar pornla nariz y una explicación de porque no debería llevarte al ddoctor- ordenó con amabilidad
- ¿ no me harás nada malo? Preguntó temerosa.
-¡ ey! se que no me veo confiable pero puedo ayudarte. Dime, mala persona no soy. — respondió mientras le extendía la mano.
- ¿ Puedes llevarme a mi casa? No me siento bien-insistió Nadia.
- Entiendo… ¿estas bien? Pregunto preocupado y ella se cubrió con la sabana
- Vamos en taxi . Yo tengo dinero- contestó evitando la pregunta, él le quitó la sábana y miro sus piernas. Estaban las medias llenas de sangre un hilo de sangre – ella se miró atemorizada h se cubrió avergonzada.
- Creo que se lo que tienes – dijo saliendo de la habitación, Luego de unos momentos regreso saltando. – no soy quien debería explicarlo. Creo que es momento en que una niña se vuelve mujer. Creo que es algo así que …. ten son de mi mamá, - dijo entregándole unas toallas sanitarias a Nadia, ella hizo una mueca y no sabia que decir, ¿al menos esto servía como cuartada? Sonrió.- gracias. — contestó tratando de levantarse.
Aún le dolía las piernas y la pelvis, él se dio cuenta y la tomó con delicadeza del brazo.
- Te llevaré al baño— dijo Topy mientras la cargaba y tomaba el bolso. la llevo al pasillo a un baño y la dejo sola, quedándose al otro lado de la puerta.
- Gracias. — respondió avergonzada.
– tranquila. Solo tengo que buscar como explicar la sábana manchada, jamás había visto a alguien sangrar así por la nariz. Pero ya se me ocurrirá algo. —
Nadia busco en su bolso y sacó el vestido de Clara, era una pijama rosada y ato su cabello para no lucir tan despeinada, sus rizos se habían roto completamente, Trato de abrir la puerta y él la ayudó.
– su carruaje está listo—dijo él mientras la tomaba del brazo. En silencio salieron para montarse en el taxi que Topy había llamado, en todo el trayecto no hablaron ni un momento, solo veia a la delgada muchacha a su lado sostenerse del cinturón.
Al llegar al edificio el la ayudó a bajar y pagaron el taxi.
- ¿En verdad vives aquí? Con razón tienes ropa tan bonita-. Dijo sonriéndole
- Es ropa de Clara. El cascanueces. ¿ sabes? Contesto con timidez mientras abría la puerta.
- Es todo… me imagino. Cuídate, y no vayas sola a baños públicos de nuevo- . Dijo susurrandole mientras extendía su mano ella lo miro sorprendida.
- Espera… tu..? Preguntó nerviosa.
- Lo vi salir, bueno no todo pero lo imagino. Tienes que denunciarlo. – ordenó con firmeza.
Yo.. dije nerviosa Titubeando –¿ puedes ayudarme a subir a mi apartamento?. Yo te contaré todo solo no.. — dijo nerviosa. Él regreso hacia ella y la tomó del brazo para ayudarla a caminar, hasta llegar al lugar el muchacho abrió la puerta y entraron al departamento, sorprendido miro todo a su alrededor y la ayudo a llegar a su habitación allí la miro sorprendido- todo es muy rosado- . Dijo sonriendo.
- Si.. — contestó nerviosa.
- No tienes por qué contarme, yo no importó, Pero tienes que decirle a tus padres y a la policía.— ordeno con amabilidad ella levanto la mirada del piso.
- Tengo miedo, yo. .. no entenderías, por favor…no le dirás a nadie por favor. Guarda ese secreto. Tengo miedo, vergüenza-contesto aguantando las lágrimas. —Me lo he callado por dos años., su acoso, sus caricias, es mi profesor de danza… siempre me amenazó. Él es más poderoso y mayor, todos dirán que es mentira, me tendrán lástima. – empezó a llorar y el muchacho la abrazo para consolarla.
– tranquila. Todo estará bien. Solo trata de dormir, tienes un amigo aquí y sabes que puedes confiar en mi, pero tienes que denunciar. — insistió y ella negó temerosa.
– entiendo tu silenció... no te puedo obligar.. pero te tengo que dejar. Mis padres no saben que salí y tengo que regresar. Pero, —dijo buscando un papel para anotar su número. – si necesitas a alguien para golpearlo yo puedo ir. — Dijo sonriendo y ella asintió sonriendo.
Nadia se acostó a dormir, solo tenía pesadillas de ese momento y de los anteriores, al despertarse para buscar agua miro que la casa seguía sola.
Tenía descanso de danza por lo que nadie la esperaba, en otros momentos estuviera ensayando pero imposible que todos esperaban que siguiera mi vida como si nada, sin saber nada de lo que ocurría… A nadie le interesaba, pensó ella, durante 3 días solo dormía.
Al 4to día estaba consciente de que no podía huir siempre. Miro todo a su alrededor, no podía borrar el pasado pero si su realidad, su habitación completamente todo rosado; el color de la inocencia.
Furiosa arrojo todo al piso, destruyendo todo, busco las tijeras en la gaveta luego de destruir su habitación y corrió a la sala de ensayos, tenía su propia habitación para ensayar: con el piso de madera, una barra y un espejo enorme que cubría todo el lugar.
Tomo su cabello furiosa y lo corto, ya había destruido su ropa, miro una silla y tomo los restos de una sabana que arrastro y la intento colgar de la lámpara de luz, no llegaba siquiera para colgarse. Se desplomó llorando destrozada.
Llena de furia tomó el equipo y lo arrojo hacia el espejo cayendo frente a ella en mil pedazos. Ya no era Nadia la bailarina, todo esos sueños habían sido desechado, en los pedazos de vidrio miro su reflejo, no sentia nada, ni las astillas que habian sido incrustadas en sus pies descalzos ni los rasguños de su rostro… Ya no era nadie.
Necesitaba una excusa para no poder ir a bailar. No quería volver a pisar el estudio, ni tampoco quería seguir viviendo.
(…)
Luego del estruendo el hermano de Nadia que regresaba de clases abrió rápidamente la puerta, se había regresado porque había olvidado del libro de aritmética, corrió a revisar las habitaciónes y encontró el desastre que había ocurrido en la habitación de su pequeña hermana mejor, no entendía lo que ocurría y la busco en el salón de baile-
- Nadia, Nadia … - gritaba entrando a la habitación. Cedric era 7 años mayor que Nadia, aunque nunca la miraba desde que había entrado en la secundaria y conseguido novia, sabia que su hermana estaba bien, o eso imaginaba.
Todo se derrumbo cuando encontró a su hermana desmayada entre los cristales del espejo, sangrando y sin despertar. Al igual como ese espejo se había destruido, así se sentía Cedric mientras llamaba a la ambulancia con su hermana en los brazos.
- ¿Doctor, que tiene la niña? Pregunto la madre de Nadia asustada, la señora de cabellos teñidos y rostro pequeño le gritaba al doctor molesta, se notaba que eran aquellas esposas trofeos que la mayoría de los empresarios conseguian en la universidad, entrada en sus años conservaba aun la frescura de una veinteañera— ¿volverá a bailar? Su hermano me dijo que la encontró con varios trozos de espejo en sus pies y los — el doctor la interrumpió.
- Ella esta mejor. Estable, incluso detuvimos el sangrado de sus muñecas…¿ usted esta consciente de todo lo que ocurre? Pregunto el doctor y la mujer lo miro ofendida – no me mire asi, Creó que tiene que ver con su estado de ánimo, después de que la encontraron y estabilizamos, al estar consciente vomitó en la cama, debemos hacerle un examen mas para saber -
- ¿, ella vomitó y se desmayó eso es lo que ustedes dicen?¿. esta poseída,? Pregunto preocupada.
- No. Creo que solo está agotada.¿ Cuantas veces como al día? ¿Ella a que colegio va? Es bailarina según usted me dijo ¿ no? Preguntaba el doctor anotando en la libreta.
- ¿Como que cuantas veces come? Las necesarias.- le gritó enojada la mujer.
- No voy al colegio, estudio en casa. Ensayo las horas que pueda entre 12 horas con intervalos de descanso. - Respondió Nadia suspirando agotada por la charla sin sentido de su madre. ¿Saben que estoy frente a ustedes? Agregó irónica.
- Ya veo.. jovencita.. tu..¿ acostumbras a vomitar después de cada comida? Pregunto él doctor. Nadia coloco los ojos en blanco, por lo visto estaba viva, estaba decepcionada por haber sobrevivido.
- ¿Como va a insinuar en mi cara que mi hija es bulimia? Tiene tan solo 10 años- vámonos Nadia- . Le gritó ofendida mientras le quitaba la sabana a la muchacha.
- Yo.. a veces lo hago. Solo es si bailo mucho y bailo después de comer-respondió nerviosa,-vámonos mamá- dijo levantándose antes que el doctor se le ocurriera mandarle a hacer exámenes.
La realidad de su trastorno venía a partir del primer momento en que el señor Mark cruzo los límites, lo hacía después de ir a clases del señor Mark, cada caricia que le daba le producían ganas de vomitar, solo estar a su lado oliendo aquella fragancia mentolada - le atemorizaba de un grado que su cuerpo formaba un mecánismo de creación de reflujo
- ¡NADIA! NO TE DIJE QUE NO PODIAS SER BULIMCA PORQUE ATENTABA A TU SALUD COMO BAILARINA. – gritó La señora Miller a la pequeña.
- No es la forma de hablarle a la niña, mi recomendación es que la niña tiene que ir a un nutricionista y por las heridas estará mejor en unas semanas… además de un.. psicólogo infantil- respondió el doctor.
- Yo no puedo creer esto. Exclamó la señora Miller molesta. -¡ Vamos!, la intento tomar en sus brazos y miro al doctor- hay mejores sitios que este lugar -
- Señora, la niña no puede estar siendo –
- Silencio, yo tengo dinero para pagar un buen doctor, usted mismo dijo la niña esta bien, me la llevo entonces.- el doctor se hizo a un lado mirando a la pequeña, entiendo el por que ella habia tomado ese camino, y lamentaba el destino que tendría si no la ayudaban a tiempo.
(..)
La señora Miller se paseaba de un lado a otro de la habitación, Nadia estaba en la habitación de huéspedes ya que la mayor parte de su cuarto y el estudio estaban destruidos. - ¿Mírame por qué hiciste eso? Y tu cabello.. jamás te corte el cabello solo las puntas y ahora mira. Pareces un niño.¿ Que te ocurre? ¿Que te ocurre? Gritaba alterada mientras agitaba los brazos molesta de lado a lado Nadia levanto la ceja y arrugo el ceño para no reirse por lo superficial que se veia su madre – solo le importaba las apariencias, era obvio que no le importaba ni un lo mas mínimo.
- Solo es cabello. Eso crecerá. Además ya yo crecí. No quiero una habitación color rosado, otro color seria ideal. – respondió mientras se giraba para acostarse. Aún le dolía el cuerpo, pero era un dolor que sentía que no se iría por largo tiempo.
- Eras la hija perfecta. No se que te pasó. -le recrimino llorando decepcionada mientras se iba azotando la puerta.
“ Ni siquiera reclamo porque me había cortado, ni porque lloraba, ni por nada… Solo le molestaba mi cabello” suspiro Nadia mientras se hundía en la almohada.
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¿Cómo va la historia?
Cual creen que es el secreto que oculta Nadia?
Creo qje los capitulos tendran nombres de canciones algunas son random y otras que siento que pueden identificar al capitulo.